Atención primaria (AP) es la atención recibida fuera de los hospitales (más cerca de las personas) por parte de profesionales polivalentes, accesibles, que por presentar cierta continuidad a lo lo largo del tiempo, conocen más a su población facilitando así la atención integral de sus distintos problemas de salud. Desde la AP se pueden atender urgencias, domicilios, pacientes terminales, niños... No es un nivel de atención (ni rival de la especializada) sino que es la estrategia en la que se basa el sistema sanitario español (y otros en el mundo) para organizar la atención sanitaria.
Actualmente las consultas de AP del sistema público español están sobrecargadas (más de 50 pacientes por día), con menos de 5 minutos por paciente, con excesiva burocracia (papeleo, recetas, bajas) , y con el problema generalizado de falta de confianza (de la población) y de motivación (de los profesionales).
Todas estas razones dificultan la acción y el cambio necesario y posible.
Yo creo en la AP, maxime desde que me forme en ella durante 4 años , y sigo trabajando para ella (aunque desde el ángulo limitado de las urgencias). Pero ni los políticos, ni los gestores, ni muchas personas de dentro y fuera del sistema parecen creer en ella.
Por eso HOY, en su día y desde aquí, invito a la reflexión, a la duda, a la posibilidad de cambio y a profundizar en el conocimiento de esta estrategia sanitaria.
Por eso HOY, en su día y desde aquí, invito a la reflexión, a la duda, a la posibilidad de cambio y a profundizar en el conocimiento de esta estrategia sanitaria.
3 comentarios:
Hey Carmen, good luck with your struggle for a more dignified workplace. I see you're back in Madrid. Happy Spring!
Pues si,pero es la base de nuestras conductas, siempre se menosprecia lo bueno, pero lo mejor es q haya gente como vosotros que luche por lo que cree que es calidad y que nunca pierda la ilusión por defender la esencia de la medicina, el primer escalón.
Sabes que pienso que hay algunos sanitarios vampiros, incluidos médicos. Son minoría, pero... Disfrutan haciéndonos sufrir con unas prácticas que también se puede hacer sin sangre, o sin dolor. Es descarado que disfrutan con nuestro sufrir.
Pero es más cierto aun que he visto más profesionalidad en la medicina, que en otras profesiones.
A veces me llama la atención esa entrega gratuita. Esa solidaridad con la vida, la enfermedad, y el enfermo, que en ese momento encuentra vuestro cariño, compañia, y alivio.
Gracias por cuidarnos, y devolvernos el aliento, y la salud.
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